sábado, 17 de agosto de 2013

Mariano. Mi padre

Cuando se fue, hace ya mas de seis años, el dolor se me desparramaba por todos los poros de la piel, incontenible y mudo. Estas palabras escritas pudieron  gritar parte de la tremenda orfandad en la que me quedé....Ahora reencuentro el texto y puedo mirar, no sin dolor, a la implacable ausencia cara a cara.


MARIANO. MI PADRE

Gracias
Por dejar que estuviera contigo
en tantas luces y en algunas sombras
Gracias
Por compartir conmigo deseos y temores
de tus últimos días
Gracias
por la vida que disfruto y temo
gracias también
por las dificultades que con ella me diste
porque me han hecho crecer
y ser mejor persona.

La vida
no fue siempre amable contigo.
Te trató con dureza y
te llevó
como a otros de tu generación,
a vivir desde muy pequeño dificultades y dolores
que habrían de acompañarte para siempre.

Has vivido con ganas, con gran fuerza y coraje.
en muchos momentos
te has bebido la vida a tragos
porque era la única manera de seguir
Y has sabido plantarle cara a la adversidad.

Que tu vida, tu impaciencia  y tu sufrimiento
frente a las enfermedades
implacables
que te han minado sin cesar en los últimos años,
sean un ejemplo de vida para los que te conocemos.

Que tu muerte nos enseñe a vivir con amor
y a afrontar la existencia cotidiana
con la aceptación y la paz con que supiste
recibir el final de la tuya.

Porque más que en la vida
me he sentido hija y plenamente  persona
compartiendo tu enfermedad y tu muerte.

GRACIAS

Tu hija Pilar


No hay comentarios:

Publicar un comentario